La estrategia es como el mapa que trazo para llegar a un destino específico. Es mi plan de acción, donde evalúo qué ruta tomar, en qué dirección debo moverme y cómo puedo anticipar los obstáculos. Pienso en los recursos que tengo, como el tiempo, el dinero o las personas que me ayudarán a lograr mi objetivo, y trato de encontrar el mejor camino para competir y tener éxito a largo plazo.

La empresa, por otro lado, es como el vehículo que manejo para seguir ese mapa. Es la estructura que me permite poner en marcha mi estrategia, un conjunto de personas, recursos y procesos que hacen posible alcanzar los objetivos que me planteo. Si la estrategia es mi visión de hacia dónde quiero ir, la empresa es el medio que tengo para convertir esa visión en realidad.

En resumen, mientras la estrategia me guía en el "cómo", la empresa es el "qué" y "con qué" hago realidad ese plan.